OBSERVA EL ESPACIO
Un criterio básico y fundamental es la elección de los colores. Para ello, es preciso que hagamos una distribución coherente entre las distintas estancias, por lo que te recomendamos dinamizar el espacio con varias tonalidades o alegrar el ambiente con muebles y adornos de colores intensos. Eso sí, hay que prestar mucha atención a la manera en que los combinamos.
Por otro lado, es preciso que te fijes en todos los rincones de la casa, desde la despensa hasta la decoración de diseño en un balcón. De todo se puede aprender y, por supuesto, es necesario hacer autocrítica. Si consideras que algo debe cambiarse pues ¡adelante con ello! Muchas veces, en las cosas más sencillas está la esencia de la decoración; es decir, no hay que complicarse la vida, todo es cuestión de escoger lo que necesitamos y lo que nos gusta.
ELIGE EL ESTILO DECORATIVO
Un valor añadido en las habitaciones es la combinación de materiales y formas. En este sentido, es importante que nada quede aislado o en solitario, es preferible que haya una relación entre todos los recursos para lograr un discurso estético. Por ejemplo, una cómoda de madera con jarrones encima, una silla de mimbre junto a una mesa de estido minimalista, vestir las ventanas para que encajen cromáticamente con el resto de decoración, etc.
El factor esencial es conseguir una casa en armonía. Aprende a utilizar la iluminación, procura que sea natural y utiliza cortinas translúcidas que tamicen la luz o, incluso, estores de fácil colocación y manejo. Por otro lado, no dudes en elegir una espectacular lámpara de techo como si fueras una estilista; con campanas llamativas y otras de pie en rincones donde llegue menos luz.
Por tanto, si te has aburrido de la decoración que tienes en casa, ¿por qué no empezar a cambiarla? ¡Anímate y empieza a darle más personalidad! Para inspirarte, queremos mostrarte este decálogo donde te contamos las diez claves básicas para que siempre aciertes.
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